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Tras cinco años creciendo en televisión junto a su personaje "Hannah Montana" y con el lanzamiento de su tercer disco "Cant Be Tamed" ("No pueden domarme"), la cantante y actriz decidió reaparecer con una nueva imagen, muy alejada de la que venía transmitiendo a sus fans. Un giro tan radical, sin transiciones, que 'descolocó' a sus admiradores. Y que atrapó más la atención que su música.
Miley Cyrus alegó que había "madurado", pero lo cierto es que a sus 17 años, ahora 18, el 'shock' por el cambio sigue presente, sobre todo teniendo en cuenta que su público sigue siendo infantil y adolescente.
A la entrega de los Premios Grammy, la joven cantante acudió con un vestido de lamé con estampado felino y un generoso escote que dejaba al descubierto parte de su anatomía sobre la que se descubría un tatuaje que baja por el lado derecho desde la altura del pecho hasta la cintura.
La cantante ha reconocido que, aunque orgullosa de haber interpretado durante cinco años al personaje de Disney, atraviesa otra etapa en la que intenta desarrollar su personalidad y "crear mi propia imagen" al margen de la televisiva.
Y lo dejó muy claro sobre el escenario del Rock in Rio, en Madrid, el pasado junio, donde apareció con un modelo sexy y muy atrevido sobre el escenario, con una imagen mucho más roquera y sin un ápice de moderación. "No puedo actuar como los demás quieren", ha dicho en contestación a los que piensan que debería haber habido una transición entre la Miley nueva y la antigua.
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Quince millones de discos vendidos en todo el mundo avalan su trayectoria. Sobre su último trabajo ha dicho que se trata del "más sincero que he hecho hasta ahora y el que me ha permitido expresar todo lo que siento y pienso".
"Who owns my heart", "Take me along" y "Liberty walk" son algunas de las doce canciones incluidas en este disco "de música pop", porque eso es lo que escuchan sus fans, y en las que el amor cobra un significado especial.
"El amor creo que es lo que falta en este mundo y es por eso que siempre trato de hablar de amor en todas mis canciones", ha comentado.
En un encuentro con sus admiradores por Internet, la cantante desveló que en sus conciertos utiliza "los amplificadores como teleprompter (aparato que refleja un texto) y leo en todo momento las letras de mis canciones", para evitar que se le olviden.
SIN ÉXITO.
La cantante acaba de protagonizar la película "La última canción", basada en la novela "A walk to remember" (Un paseo para recordar) del escritor Nicholas Sparks, con la que no ha cosechado muy buenas críticas, hasta el punto de ser nominada a los premios "Razzies", como peor actriz protagonista del año.
En un frenesí sin límites, Miley Cyrus también ha publicado un libro autobiográfico, "Miles to Go", un recorrido en el que cuenta sus comienzos en la música, el cine y la televisión. Además, la joven cantante ha creado una nueva línea de ropa junto al diseñador Mac Azria.
